El 1° de Julio próximo pasado se llevó a cabo el postergado traspaso del manejo integral de la Aviación Civil, de las manos de la Fuerza Aérea Argentina, que lo realizaba a través del Comando de Regiones Aéreas (CRA), a las de la “Administración Nacional de Aviación Civil” (ANAC), el organismo creado por el anterior Gobierno Nacional para hacerse cargo de todo el manejo de este sector tan complejo de nuestra actividad del transporte comercial y de formación de recursos humanos.
Indudablemente nos encontramos en presencia de la materialización de una medida estructural (una verdadera Política de Estado) largamente reclamada por todos los sectores vinculados a la Aviación Civil, en la cual los Ingenieros Especialistas podrán tener amplias incumbencias y participación, en funciones que antes solo eran ocupadas por personal militar formado en la Fuerza Aérea Argentina.
¿Por qué es interesante el traspaso de la Aviación Civil para los Ingenieros Especialistas?
Tal vez esta pregunta debería cerrar este artículo, pero nos arriesgamos a empezar por el final para tratar de dar una idea del interés que puede llegar a tener para estas ramas de la Ingeniería este tema, que hasta ahora ha estado fuera del campo de su incumbencia profesional.
La Aviación Civil no solo es tema de pilotos y de empresas comerciales: involucra en su basto universo a varias ramas de la ingeniería especialista que podrán tener una mayor incumbencia en la medida que la Aviación Civil sea manejada por civiles y no por personal militar especializado, como ocurre hasta ahora.
Así, los Ingenieros Electrónicos tendrán amplios campos de trabajo en la electrónica involucrada en todos los sistemas de apoyo a la aeronavegación; los Ingenieros Aeronáuticos tendrán que ver en el diseño de políticas que tengan que ver con la materia, tal como participar del diseño de la infraestructura; el mantenimiento de los radares necesitarán de mano de obra muy calificada para que sigan funcionando correctamente; el control de los Aeropuertos necesitará de Ingenieros. También el control de las normas de aeronavegabilidad requerirá de Ingenieros Aeronáuticos y Especialistas.
Si Ud. está entre ellos, seguramente le interesarán mucho los párrafos que siguen.
Nuestra Aviación Civil:
La Aviación Civil Argentina ha sido una de las pioneras en la historia de la aviación mundial. Con apenas unas horas de experiencia en la aviación con motor en el hemisferio norte (en Estados Unidos y Europa simultáneamente), ya surcaban los cielos argentinos los primeros aviones traídos al país por nuestros pioneros, encabezados por Jorge Newbery.
El desarrollo de la Aviación Civil Nacional fue anterior al de la Aviación Militar, que fue fundada por aquellos arriesgados precursores civiles.
Muchos años después, a mediados del Siglo pasado, en el marco de un diseño de país surgido más por los golpes militares “fuertes” que por las democracias “débiles y cortas”, la Aviación Civil pasó a ser manejada por la Fuerza Aérea Argentina, que creó para ello el Comando de Regiones Aéreas (CRA), el que ha regulado y dirigido la Aviación Civil hasta nuestros días.
Así, Argentina era uno de los pocos países del mundo en el que su Fuerza Aérea manejaba la Aviación Civil. La absoluta mayoría de esos países no resultan de nuestro agrado a las horas de encarar comparaciones (excepto Israel, donde la cuestión tiene motivos de supervivencia nacional y están originados en un conflicto permanente con grupos y países árabes).
Desde el regreso de la democracia en 1983, los sectores vinculados a la aviación comercial y al aerodeporte venían reclamando este trascendental paso que ahora se ha concretado.
¿Cuál era el problema de una aviación civil manejada por manos militares?
En un principio, el problema radicaba en el hecho de que todo el enfoque para su regulación estaba orientado a satisfacer y complementar las necesidades estratégicas de la Fuerza Aérea, y no a las de la aviación civil, comercial y aerodeportiva. Después, muchos fondos que deberían haber sido destinados a la Aviación Civil y aerodeportiva, eran empleados por la Fuerza Aérea para reforzar sus partidas o para darles trabajo extra a sus miembros retirados. Y además, como toda metodología militar, jamás se consultó a los actores del sector sobre las políticas a ser implementadas, siendo siempre aplicados los criterios del verticalismo de la estructura militar. Todos estos hechos, más una innumerable cantidad de circunstancias que sería muy denso comentar, hicieron que la gran mayoría del sector comercial y aerodeportivo vinculado a la Aviación Civil reclamara su traspaso a manos civiles.
Incluso la transferencia a la que hacemos referencia fue demorada, entre otros motivos, por el proceso de categorización de nuestros aeropuertos internacionales (monitoreados por la Organización Internacional de Aviación Civil –OACI- y por las autoridades norteamericanas) y por la implementación del plan de radarización integral de nuestro territorio, plan que tocaba muchos intereses, incluso económicos y estratégicos. Este equipamiento que ya había sido contratado por la administración menemista, fue dejado sin efecto por el Gobierno de la Alianza por las irregularidades detectadas en el proceso licitatorio. Recién en la gestión gubernamental anterior se resolvió que los equipos fueran provistos por el INVAP de Bariloche, el cual en estos momentos está produciendo las entregas pactadas. A todo ello se debieron sumar los problemas presupuestarios que viene presentando el Gobierno Nacional de poco más de un año a esta parte. Tal es así que esta transferencia tenía como fecha original de traspaso el 1° de abril de este año, y se fue postergando por todas las presiones e intereses cruzados a las que estaba sometida esta decisión.
A todas estas dificultades, se deben agregar los últimos hechos puntuales que terminan precipitando la sanción de los Decretos Nacionales N° 239 y 1770, ambos dictados durante la Presidencia de Néstor Kirchner, en el año 2007, como fueron los “incidentes” de tránsito aéreo producidos durante los años 2006 y 2007, en los que varias aeronaves de pasajeros tuvieron cruces con separación por debajo de los mínimos de seguridad y, por ende, en riesgo de colisión del año 2006 en adelante.
Si a los varios “incidentes” de tránsito aéreo, se le agrega el accidente del Vuelo N° 3142 de Lapa en Aeroparque (el 31-08-1999) y las posteriores atribuciones de responsabilidad, todo este cóctel hizo que el personal militar encargado del manejo de la Aviación Civil (es decir el Comando de Regiones Aéreas) fuera introduciendo en los últimos años cada vez más restricciones en las regulaciones, todas destinadas a resguardar sus propias responsabilidades y no pensando en la seguridad general del tránsito aéreo o en el fomento de la actividad aeronáutica, lo que fue trabando cada vez más la actividad aeronáutica civil, tanto comercial como Aerodeportiva. Esta actitud tuvo severas críticas por parte de la OACI, la que estaba monitoreando (por convenio suscripto con el país) las regulaciones locales, fundamentalmente para el transporte aerocomercial.
Así, en nuestro país es cada vez más dificultoso volar, no solo por las condiciones económicas adversas (piénsese que el valor del litro de nafta de aviación está en aproximadamente dos dólares americanos -U$S 2.-, el doble de las mejores naftas de auto), sino porque las cada vez más restrictivas regulaciones han introducido en los últimos años tantas trabas que se hace muy dificultoso volar.
¿Qué sectores involucra el traspaso de la Aviación Civil a la ANAC?
El universo de la Aviación Civil es muy vasto y complejo. Tal vez el más conocido por la gente sea el del control del Tránsito Aéreo, que involucra el control de los vuelos comerciales y que estuvo tan cuestionado hace unos años en nuestro país.
Pero la actual estructura del Comando de Regiones Aéreas de la Fuerza Aérea que ha sido transferido a la órbita de la Secretaría de Transportes del Ministerio de Infraestructura y Planificación Federal (hasta hace unos días ocupada por el cuestionado cordobés Jaime) involucra amplios sectores de la vida aeronáutica, a saber:
a) La facultad de regulación de la Aviación Civil: En la actualidad, la actividad de la Aeronáutica Civil argentina está regulada por el “RAAC” (Regulaciones Argentinas de Aviación Civil), que como ya se ha dicho, ha sido redactado y sancionado por la Fuerza Aérea Argentina. Este reglamento es un compendio de normas que hace a todo el desenvolvimiento de la actividad aeronáutica argentina y pretende ser una especie de reglamentación del Código Aeronáutico vigente. El RAAC ha sido severamente cuestionado tanto por los sectores nacionales vinculados a la actividad aeronáutica y hasta por los propios funcionarios internacionales de la OACI. Seguramente, su revisión integral será una de las primeras tareas que tendrán las autoridades a hacerse cargo de la ANAC.
b) Tránsito Aéreo: Esta estratégica área (Dirección Nacional de Tránsito Aéreo) tiene a su cargo tanto el control de los vuelos comerciales, es decir, el manejo de las Torres de Control de los Aeropuertos y de las Zonas de Control Aéreo (FIR) de todo el país, muchos de los cuales ahora cuentan con radares de última generación producidos en el país y provistos por el INVAP, con sede en Bariloche. El Aeropuerto Internacional Córdoba ya cuenta desde hace unos pocos meses con uno de estos modernos equipos en funcionamiento, lo cual permite incrementar los niveles de seguridad de los vuelos comerciales. Esta estratégica área también controla los aeropuertos y aeródromos públicos de todo el país.
c) Apoyo Meteorológico: El apoyo meteorológico a la actividad aeronáutica es de fundamental importancia. En nuestro país se da a través del Servicio Meteorológico Nacional (S.M.N.), dependiente del Ministerio de Defensa desde hace dos años. Está en discusión si este importante sector de información pasa a la ANAC o sigue brindando apoyo desde el Ministerio de Defensa.
d) Aeronavegabilidad: Esta es el área que verifica el cumplimiento de las normas técnicas de aeronavegabilidad de los fabricantes de las aeronaves y de las dictadas por los organismos competentes, y se presta a través de la Dirección Nacional de Aeronavegabilidad (D.N.A.). Esta área tiene a su cargo el control del cumplimiento de las normas de seguridad y mantenimiento en las aeronaves comerciales y privadas del país. En el futuro debería estar manejada por Ingenieros Aeronáuticos especializados en el control de la seguridad de las aeronaves.
e) Registro Nacional de Aeronaves: Las aeronaves son “bienes muebles registrables” (conforme las califica el Código Civil), igual que los automóviles y las lanchas. Su anotación se realiza en el “Registro Nacional de Aeronaves”, que lleva un detallado registro de las aeronaves, sus características y de sus propietarios. Las aeronaves solo pueden ser operadas por los propietarios registrados o por “Operadores Aeronáuticos”, que también deben estar debidamente registrados. Este es el sector encargado de dar seguridad jurídica a la actividad aeronáutica.
f) Dirección de Habilitaciones: Es el área encargada de verificar la idoneidad de todo el personal aeronáutico, tomar exámenes y otorgar las licencias habilitantes. Es de hacer notar que no solo los pilotos de los aviones deben tener licencias habilitantes: comandantes, copilotos, personal de cabina de los aviones comerciales, personal despachante de pasajeros en los aeropuertos, personal de rampa (los que prestan los servicios a los aviones en las plataformas), los Técnicos e Ingenieros Aeronáuticos, los pilotos privados de avión y de planeadores (los formados en los Aeroclubes y Clubes de Planeadores), los Instructores de Vuelo (de todas las especialidades de vuelo). Como se podrá observar, la cantidad de actores que requieren de capacitación y verificación de idoneidad es muy grande. Desde esta repartición se controla tanto el otorgamiento de las licencias como la permanente actualización y reválidas de sus titulares.
g) Control Médico: El control médico de todo el personal aeronavegante se realiza hasta la actualidad por medio del Instituto Nacional de Medicina Aero Espacial (I.N.M.A.E.), que es el encargado de verificar las aptitudes psico-fisiológicas de todos los involucrados en la actividad aeronáutica, desde los comandantes de los aviones comerciales, hasta los mecánicos y auxiliares de las plataformas (incluso los que llevan las valijas). Esta también es un área cuyo traspaso a la ANAC se está discutiendo en este momento.
h) Alerta y Socorro Satelital (búsqueda y salvamento): Esta es el área encargada de activar los sistemas de búsqueda y salvamento en los casos en los que se notifique una emergencia en una aeronave que haga vuelos controlados, o que la misma no llegue a su destino en el tiempo estipulado en su plan de vuelo. Funciona en cada aeropuerto, e involucra a todas las fuerzas de seguridad y socorro.
i) Junta de Investigación de Accidentes Aeronáuticos (J.I.A.A.): Es el organismo encargado de investigar las causas de los accidentes aeronáuticos. Su objetivo es sacar conclusiones sobre las distintas causas de los accidentes aéreos, para luego informar sus conclusiones y tratar de contribuir al mejoramiento de la seguridad aeronáutica.
j) Instituto Nacional de Aviación Civil (I.N.A.C.) y Capacitación: La estructura del Comando de Regiones Aéreas (C.R.A.) preveía la existencia de un Instituto de capacitación para actividades de aviación civil. En general se dirigía hacia la formación de personal comercial, ya que la formación de los pilotos civiles ha sido realizada, históricamente en nuestro país, por los aeroclubes y los clubes de planeadores. Nunca logró ser una alternativa real para los aspirantes a la actividad aerocomercial más allá de los límites de la Av. General Paz.
k) Información Aeronáutica, Comunicaciones y Publicaciones: Estas áreas del C.R.A. tienen por objeto fundamental dar a conocer las novedades en la regulación aeronáutica y las cartas de vuelo de nuestro país, y pueden ser periódicas o eventuales. Tienen por objeto la más amplia difusión de las novedades de la nueva reglamentación que se pueda dictar, o de las normas ya vigentes.
Como se podrá observar, el universo que implica el manejo de la Aviación Civil es muy complejo e involucra áreas muy diversas. En muchas de ellas tendrán un muy buen campo de acción los Ingenieros Especialistas.
¿Qué papel juegan en la aviación civil las instituciones Aerodeportivas?
¿Que le faltaba al organigrama del Comando de Regiones Aéreas de la Fuerza Aérea? Le faltaba un área específica que manejara las escuelas de vuelo de las Instituciones Aerodeportivas: aeroclubes, clubes de planeadores, clubes de paracaidistas, clubes de aeromodelismo, instituciones que practican aladeltismo y parapentes, aviación experimental, globos aerostáticos y la acrobacia aérea.
¿Por qué son importantes estas instituciones Aerodeportivas? Llamados genéricamente como “Aeroclubes”, cumplen un papel muy importante porque son las escuelas donde se formarán los futuros comandantes de los aviones de transporte de pasajeros o de carga; o donde se formarán como pilotos los que después serán ingenieros aeronáuticos.
Bien podríamos decir que la “escuela primaria” se hace en los clubes de aeromodelismo, la “secundaria” en un aeroclub o club de planeadores, y la “universidad” (obtener la denominada “licencia de piloto comercial”) en las escuelas de vuelo comercial.
En definitiva, los aeroclubes cumplen con el importantísimo rol de formar a quienes después serán profesionales, en crear lo que se denomina la “conciencia aeronáutica”, que es el conocimiento de los elementos básicos de la Aviación Civil, que después emplearán en cualquiera de las funciones que les toque desempeñar luego en cualquier ámbito de la aviación.
Esta función de las Instituciones Aerodeportivas no la pueden suplir las escuelas (como el INAC, por ejemplo), ya que es en los clubes donde se aprende a dar los primeros pasos (o saltos, si se quiere) en la aviación, a conocer, a querer el vuelo, a cuidar el material, a mantenerlo, a disfrutarlo. Todo esto solo se hace en los clubes, donde se ama lo que se practica.
Pero eso no es todo. Los aeroclubes mantienen más de 350 pistas públicas a lo largo de todo el país. Salvo en las ciudades grandes como Córdoba, Rosario o Buenos Aires, en la mayoría de las ciudades y pueblos del interior, la única forma de llegar por avión es usando las pistas de los aeroclubes, que siempre las mantienen en servicio.
La principal función que cumplen es la de permitir los “vuelos sanitarios”, mediante los cuales los aviones ambulancias trasladan enfermos graves a centros de mayor complejidad. En Córdoba, por ejemplo, también son empleadas como bases para la lucha contra el fuego, flagelo que azota a nuestra provincia todos los inviernos.
Toda esta gran red de aeroclubes fue formada durante más de cincuenta años con la ayuda económica de un Estado visionario, que vio en ellos a los formadores de los futuros actores del sector de la aviación general y comercial en franco crecimiento, y como una herramienta de desarrollo comercial y del país, especialmente con la ampliación de las fronteras hacia el sur de nuestro vasto territorio nacional. Esa ayuda se prestaba a través del Fondo Permanente de fomento de la Aviación Civil.
Este rol formador y de servicios que prestan estas instituciones, ha sido también reconocido en países desarrollados como Francia, Inglaterra, España, Alemania, Australia, donde el Estado colabora con los clubes, porque tiene la certeza de que en ellos se formarán quienes luego serán los máximos participantes y responsables de la actividad aeronáutica.
A muchos funcionarios nacionales, del pasado y a los actuales también, les haría muy bien conocer lo que es la actividad de los aeroclubes: así conocerían lo que es llevar la actividad aeronáutica en la propia sangre.
¿Qué era el Fondo Permanente de Fomento de la Aviación Civil?
Durante muchos años funcionó en nuestro país (desde mediados de los años 40 hasta el año 1991) el denominado “Fondo Permanente de Aviación Civil”, una institución destinada al fomento de la Aviación Civil comercial y aerodeportiva. Recaudaba un impuesto a los aerocombustibles y aerolubricantes, con destino al fomento de la aviación civil.
Gracias a la existencia de este Fondo, durante muchos años existió “LADE” (Líneas Aéreas del Estado), que cumplió con la importantísima función de comunicar a todas las ciudades del Sur del país cuando las líneas hasta Río Gallegos, Comodoro Rivadavia o Ushuaia no eran rentables para las aerolíneas comerciales.
También permitió la creación de más de 350 Aeroclubes (aviación general, con motor), más de 80 Clubes de Planeadores, 40 Clubes de Paracaidismo y de más de 200 Clubes y Centros de Aeromodelismo, que fueron las instituciones que permitieron el crecimiento y gran desarrollo de la Aviación Civil en nuestro país. De ellas surgió el 100% de los pilotos comerciales de nuestras aerolíneas y mantienen sin ningún costo para la comunidad más de 400 pistas de aterrizaje para ser empleadas por cualquier urgencia de cualquier naturaleza.
La llegada de Menem y Cavallo al poder hizo que desde el año 1991 la recaudación del Fondo no fuera destinada a su fin específico, sino que fuera destinada a Rentas Generales del Gobierno Nacional. Es decir, no desapareció el impuesto (que aún hoy se sigue recaudando), sino que ahora se lo destina a los gastos generales de la administración central, en una muestra más de las incongruencias que nos caracterizan como sociedad.
Esta situación ha producido un retroceso general de la actividad de la Aviación Civil: los vuelos en rutas no rentables son sumamente caros (y por ende no accesibles a la mayor parte de la población) y la mayoría de los aeroclubes se han visto forzados a achicarse en su actividad (por aumento de costos operativos y desaparición de las ayudas del estado) y algunos han desaparecido.
En la actualidad, se han presentado en las Cámaras de Diputados y de Senadores de la Nación varios proyectos destinados a revertir esa situación y a tratar que el destino de esos fondos recaudados vuelvan a la aviación civil y no a las rentas generales del Gobierno. Se espera que la flamante ANAC pueda cumplir un rol activo en estas políticas.
¿Cómo será el proceso de traspaso y transformación de la Aviación Civil?
El traspaso de la Aviación Civil de la Fuerza Aérea Argentina a la nueva ANAC será complejo, tal como es la realidad de nuestro país. No será un proceso lineal, seguramente tendrá importantes avances y también retrocesos.
Los intereses en juego (económicos y políticos) son muchos. Nuestros Gobiernos no se caracterizan justamente por aplicar políticas de Estado (iniciadas por una administración y seguidas por las otras), sino todo lo contrario.
Nuestra democracia todavía está en pañales y tiene muchos defectos, pero estará en los ciudadanos realizar sus pequeños aportes para mejorarla.
Este es uno de los aspectos en los que el país debe dar sus primeros pasos, en esos en los que se podrán realizar aportes, incluso desde las Asociaciones Profesionales como el APIE, las que podrán incidir en la delineación de las nuevas políticas a implementarse, ya que sus asociados tendrán mucho que ver en los nuevos campos laborales que se abren en esta actividad.
A modo de conclusión:
Para concluir el tema, podemos decir que la creación de la Administración Nacional de Aviación Civil ha venido a concretar un largo reclamo de todos los sectores vinculados a la Aviación Civil, tanto comercial como aerodeportiva.
Su puesta en marcha será una nueva oportunidad para crecer como país y como sociedad. En mucho ello dependerá de los aportes que cada uno pueda hacer desde su rol de ciudadano. No será fácil, pero es uno de esos desafíos que debemos afrontar y tratar de incidir en lo más posible para que las cosas se hagan lo mejor posible.
Ab. Eduardo A. Barrera
N. de la R.: El autor de la nota es Piloto de Planeador, con más de 37 años de experiencia e Instructor de Piloto de Planeador. Ha sido integrante de la Comisión Directiva del Club de Planeadores Córdoba por más de quince períodos.
Actualmente es presidente de la Federación Argentina de Vuelo a Vela (Favav), que nuclea a los clubes de planeadores de todo el país.
Es ex presidente de la Confederación Argentina de Entidades Aerodeportivas (Cadea), Aero Club Nacional, representante en el país de la Federación Aeronáutica Internacional (FAI), entidad de tercer grado que nuclea a las federaciones nacionales de Aeroclubes (Fada), de Vuelo a Vela (Favav), Paracaidismo (Fap), Aeromodelismo (FAA), Asociación de Aeróstatos (globos) y a la Asociación de Vuelo Libre (aladeltas y parapentes)
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